26 oct 2008

Concepciones divergentes

Tengo la sensación de que este puede ser el inicio de una nueva sección. La mentalidad española y la alemana pueden llegar a ser tan distintas que tal vez necesite varios posts (y experiencias vitales) para contarlo.

El caso es que el pasado sábado estuve en una visita guiada gratuita a la Hafen City (ciudad portuaria). La Hafen City es un (más que) ambicioso proyecto que tienen por aquí para construir una auténtica ciudad en la zona portuaria edificable en las inmediaciones del Elba. Vienen a ser dos millones de metros cuadrados de paseos, jardines, edificios, zonas comerciales, colegios, restaurantes... vaya, lo que se dice una ciudad. Se pretende que vivan allí tropocientasmil personas y se poyecta construir un edificio comparable a la Ópera de Sidney o el museo Guggenheim de Bilbao, en lo que será la Nueva Filarmónica del Elba. Y digo "en lo que será" porque es todavía un proyecto en ciernes. A la visita guiada le vi yo dos problemas. El primero, que era en alemán y no me enteré de un carajo (lo cual está vinculado directamente con mis experiencias del post anterior). El segundo, que de lo que sí me enteré era de que hasta la fecha tan sólo se ha construido un diez por ciento del total. Y claro, allí nos tuvieron delante de una maqueta gigante durante 32 minutos contándonos lo maravillosa y estupenda que iba a ser la ciudad. Y los alemanes encantados, oiga. Que sí, que el proyecto es impresionante (igual de impresionante que los cerca de 6 billones de euros que se van a gastar. La mayor parte , por cierto, de inversores privados, así que ya nos podemos imaginar que tipo de ciudad nos vamos a encontrar). Pero el caso es que para cuando esté acabado de aquí a cincuenta años, muchos de nosotros ya no estaremos en condiciones de... respirar. Así que uno se acerca allí, ve un par de paseos encementados, solares abandonados, farolas de diseño moderno y juvenil (será para que no sean tildadas de antiguas dentro de cincuenta años) y gruas, muchas gruas, muchísimas. Es lo que tiene desconcer las cosas y no informarse previamente. Yo, sinceramente, me esperaba otra cosa. Sin embargo los tudescos parecían absortos en las explicaciones...

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