El caso es que hemos tenido que reestructurar el viaje. Al fin y al cabo se trataba de un viaje anti-turístico, para reflexionar y hacer saltar en pedazos la comodidad que proporciona la rutina. Como una imagen vale más que mil palabras...
En el camino nos esperan desconocidos que nos dejarán tirarnos en su sofá y practicar couchsurfing, grandes deconocidos como Bielorrusia, bungee jumping en un pueblo de Bulgaria, skydiving en una dropzone de Lituania y rafting cerca de Sigulda (Letonia). Amén de un más que probable reportaje periodístico que llevaremos a cabo entre mi compañero de guerra y un servidor. Deseadme suerte, porque, esta vez, ¡¡¡la voy a necesitar!!! ;)
Nos vemos a la vuelta.
Nos vemos a la vuelta.