10 ago 2010

"La vela"

A veces envidio a aquel personaje literario que, enfermo de tuberculosis, prendía la vela por ambos lados. Dicen que la llama dura menos, pero es más intensa. Lo que está claro es que pabilo sólo hay uno. Y es mejor que se queme a que se moje.

Hace tiempo que no cerraba una etapa, pero a partir de septiembre pienso intentarlo. Los años imponen su lastre y Cefeo trata de maniatarnos. Habrá que guardar una cizalla debajo de la almohada para cuando suba la marea. Esta vez me llevo muchas cosas y no pienso dejar cadáveres por el camino. La tierra quemada para quien hace las guerras.

Me voy a Bélgica. Nos leemos.

2 jul 2010

Las invasiones bárbaras

Hay personas tan miserables para quienes el sentido de la vida consiste en imponerse a los demás. Por sus santos cojones. Adalides de su propia causa y conocedores absolutos de la superioridad de sus razonamientos tratan de hacerte ver (con la fuerza que imponen los gritos y las amenazas) que se hará lo que ellos ordenen. Y punto pelota. Llegábamos a la conclusión mi amiga Cristina y yo el otro día de que vivíamos en una burbuja. Así que cuando un tipo se te envalentona en un portal y despliega su plumaje mientras te muestra su penacho de jefe de la manada, al grito de: "Esa bicicleta no entra en el ascensor por mis cojones", no sabes si reír o llorar. Aparte de alucinar, porque no estás acostumbrado.

Y el caso es que es triste y en principio no tiene mayor importancia, pero el cuerpo, como todos bien sabemos, es un traidor en cuestión de emociones (y sino que se lo digan a Paul Ekman, imprescindible su Emotions Revealed) y cuando te sientes amenazado y la mala leche se apodera de ti, es como el vino, que lo retienes en el organismo durante varias horas. Solo que aquí no puedes vomitar, o tal vez sí y precisamente de eso se va este post. De vomitar. Porque uno está hasta la náusea de quejarse y cuando trata de evitarlo, el estómago se rebela.

El caso es que tampoco sirve bajar la cabeza y dormir intranquilo, sabiendo que el Derecho está de su parte. Aunque sepa a cuerno quemado el que te tengas que cagar en todas las instancias celestiales y dar una hostia en la mesa para frenar al meningítico que tienes delante y que ceje en su intención de amedrentarte. Vamos hombre, que uno ya está crecido y se ha jugado el tipo en fuertes peores...

Y es que ya lo apuntaba Denys Arcand a través de su personaje Remy: "oscuridad... los bárbaros están llegando". O es que tal vez lo que sucede es que nunca se fueron...

19 may 2010

Galata's bridge

The night reveals itself as an user's guide. The Galata's bridge on the blue curtain points out the whole of things that are not meant to be. It is a map with all the ways that should not be taken, a guide towards the disaster. Finally it turned out that the most yearn path is not a way of escape, but a road that does not appear in the books. That is why it is necessary to go deep into with a knife, in a reckless way and with no fear to be incapable of never come back. What time do we meet, fellows?

La noche se revela como un libro de instrucciones. El puente de Galata sobre el telón azul señala el conjunto de cosas que no deben ser. Es un mapa con todos los caminos que no deben ser tomados, una guía hacia el desastre. Al fin resulta que la senda anhelada no es una vía de escape, sino una ruta que no aparece en los libros. Por eso hay que adentrarse con machete en mano, de forma temeraria y sin miedo a no poder volver jamás. ¿A qué hora quedamos, compañeros de viaje?